El banco y el mar
Los tiburones vinieron en manada... acometían uno tras otro y todos juntos, arrancando los pedazos de carne... Finalmente vino uno contra la propia cabeza del pez y el viejo se dio cuenta de que había terminado... No quedaba ya nada más que comer”. Como el viejo pescador de Hemingway, los bancos ven cómo los pequeños tiburones fintech devoran su botín. Son pequeños pero extremadamente rápidos. Atacan las zonas más nutritivas del pez que aún pertenece al banco: los medios de pago, las transacciones internacionales, los cambios de divisa.